domingo


¿País o Ispa? ¿Gato o conejo? 1810 resultó glorioso, porque siendo menos, fueron a más. 2007 es chirle porque siendo más, vamos a menos. A ponchazos, con paraguas presuntos y French-Berutti, los del Cabildo parieron un país. A decretos, con celular al mango y Fernández-Fernández, los de la Rosada, la venden cambiada. Aquellos soñaban. Estos ni mosquean. En la antigua plaza había gente queriendo saber. En la actual plaza múltiple, lo que importa es el muestreo que provee la tevé. La democracia, en coma. La Constitución, puenteada. La República anoréxica. No se hace historia y con la política en el aire no hay realidad que haga pie y alce al país. La geografía luce por sí sola y los documentalistas de National Geographic deliran por Baires. ¿Y el futuro? Para quien quisiera verlo lo mostró el jueves la portada de LA NACION. Imagen tomada en Guaymallén recuerda el fotograma de Ivan el Terrible de Einsestein. Columna de 3500 jóvenes ávidos por ingresar al casting del quinto Gran Hermano. Miles que serpentean en el paisaje para ir a ofrecerse como conejos a los laboratorios Rial-Tinelli. Han esperado en vano que K. el Terrible los alejara del portal del Infierno. No pudo. No quiso. No supo. Pero lo hará la Zarina. "Con Cristina se inicia el cambio", trompetean los heraldos del palacio de Invierno. Han sido 4 años de bombo, verso y casting. Recién en la vuelta de calesita 2007-2011 les será dado (quizás) avistar las puertas del Purgatorio. Su interior (torno, oficina, techo propio) quedará (otra vez) para nuevas y más crispadas rondas para el casting. El ojo de la mosca global vigilará la administración de la ansiedad, el sostenimiento de la esperanza y el control de la ira de la nueva generación. Así, de mes en mes y de casting en casting, bregará el Kirchnerato. Reino que descuenta celebrar en octubre la primera sucesión de su dinastía K. Comedieta que sobrevendrá si los jóvenes se entregan al casting y los borocotizados capitostes a cotizar el ego, marcar las cartas y abusar del trabalenguas. Queda una luz, convertir su poética homilía en proyecto: "Nadie es la patria pero todos lo somos". No hay otra mejor. Voten a Borges.
Esteban Peiscovich
LaNacion
www.elpalabrista.com

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